Tigre profundizó su mal momento

Con poca actitud y aptitud, perdió ante un débil rival que le ganó merecidamente. Aunque el entrenador no lo quiera admitir, el equipo está en un declive futbolístico, que pone en duda la lucha por el ascenso. Es revertible y hay material de sobra, pero si la reacción no es inmediata, la duda se convertirá en certeza en las próximas fechas.

Irreconocible momento futbolístico del Matador. Parece mentira recordar que, al principio de la temporada, era un placer ver a este equipo; que nos ilusionábamos con presenciar otra gran actuación digna de la triple G futbolera, ganar, golear y gustar. Ver los puntos de diferencias sobre el segundo y ser reconocido como el gran candidato de la categoría y el rival a vencer por todos. Sin embargo, todo cambio. Hoy es un equipo más, que puede ganar o perder con cualquiera.

El rival de hoy llegaba sin entrenador y con una de sus peores campañas de los últimos años. Sin embargo, con inteligencia y sobre todo con mucha garra, lo superó merecidamente.

Difícil saber si los planteos tácticos del entrenador, no son los adecuados, o los mediocres rendimientos individuales lo llevan al fracaso. Es de suponer una mezcla de ambas, con el agregado de la falta de reacción, tanto desde afuera y adentro de la cancha.

Lo dicho, el presente futbolístico y las pocas fechas para finalizar el torneo, hacen poner en duda, no solo ganar el grupo, que ya parece muy complicado, sino también de ingresar al reducido con los equipos que le están pisando los talones. En otras palabras, las dudas no son matemáticas, porque los números dan, las dudas son porque si se proyecta, resultados en base a rendimientos, la cuestión se complica.

Se viene Copa Argentina y esa será otra historia. Un triunfo, desde el no favoritismo de la prensa en general, puede ser una gran inyección anímica de convencimiento que aún se puede, que aún se puede recuperar la memoria del equipo que queremos y aún se puede soñar con el ascenso.